La crisis del COVID-19 ha afectado a todo el mundo. Son muchas las personas, negocios, marcas… que están pasando una mala situación e incluso muchos negocios se están replanteando si les conviene abrir o cerrar su persiana por un tiempo.

Nos gustaría sacar algo positivo de todo esto y os hemos redactado este pequeño post para intentar ayudar y hablar de cómo afectará el COVID-19 a las bodas este año.
Vamos a hablar desde nuestra propia experiencia sobre cómo nos está afectando a nosotros cómo fotógrafos de boda.
Al principio del comienzo de la pandemia había una gran incertidumbre sobre todo esto. No es que esto haya mejorado mucho, ya que es muy difícil predecir cómo vamos a estar en un mes o cómo vamos a estar este otoño.

En nuestro caso, cuando todo esto comenzó, nos pusimos en contacto con todos nuestros novios, ya que había bodas en los meses de abril, mayo y junio y había que decidir qué hacer. Muchas de nuestras parejas buscaron una segunda fecha en el mismo año 2020, en la segunda parte y otras directamente se han ido al año 2021.
¿Posponer o no posponer a 2021? No hay nada seguro. Lo que sí parece estar claro es que, si las bodas se celebran este año 2020, es probable que el número de invitados se vea reducido, ya sea por iniciativa de los novios, porque el lugar de celebración establezca medidas de distanciamiento y aforo o porque se decreten oficialmente dichas medidas. Pero como os decimos, es algo que está en el aire.

¿Están cancelando bodas? En nuestro caso la respuesta es no. Todas las parejas están preocupándose por contactar con los proveedores y establecer otra fecha para poder casarse y hacerlo con todas aquellas personas que habían contratado. Hay que darles todas las facilidades del mundo, en nuestro caso, eso hemos intentado por todos los medios, ayudar y facilitar esta dura decisión.

Un punto que les preocupa a las parejas es si les dará tiempo a organizarse cuando todo vuelva a la normalidad. En muchos casos, algunas parejas han decidido el aplazamiento a 2021 por esta circunstancia. No les daba tiempo a organizar todo lo que tenían pensado y prefieren asegurarse de que todo salga como tenían soñado. En el caso de las bodas a partir de agosto, creemos que, si todo vuelve a la normalidad y lo teníais todo medio atado, os dará tiempo a poneros a ello en cuanto se reactive la actividad.
Una pregunta que os correrá a todos por la cabeza es ¿qué pasa con todo lo que ya tengo contratado? Os recomendamos, tanto si aplazáis a 2021 como si os casáis este 2020, que contactéis con todos los proveedores lo antes posible y verifiquéis las condiciones que teníais contratadas y las penalizaciones en caso de cancelación o cambios. A modo de información, el RD 11/2020 de 31 de marzo, recoge expresamente el derecho de resolución de determinados contratos sin penalización por parte de los consumidores y usuarios, en el artículo 36 más concretamente.

¿Qué quiere decir esto? En el caso de que vuestro proveedor, fotógrafo, finca, salón, florista, wedding planner etc… no pueda prestaros el servicio por cualquier circunstancia, estáis en vuestro derecho en reclamar vuestros adelantos o reservas.
Un tema que nos parece importante es el del vestido de la novia. Muchas estaréis preocupadas porque os casabais en verano y al final lo tenéis que hacer en otoño u otra estación. Nuestro consejo es que intentéis casaros en la época en la que encaje vuestro vestido para tener que hacerle los menos arreglos posibles. En el caso de que cambies drásticamente de estación, éstas circunstancias ya las tenéis que hablar con vuestro atelier o firma.

Son muchas las consecuencias económicas y personales para todos, pero con trabajo y esfuerzo estamos seguros de que podremos ayudarnos y salir para adelante.
Mucho ánimo para todas las parejas, los que hayáis decidido casaros en el segundo periodo del año, seguro que todo sale bien. Y las que habéis decidido casaros al año que viene, seguro que será también un buen año para vosotros.

Hasta aquí un post de cómo afectará el COVID-19 a las bodas. Esperamos que os sirva de ayuda.